“La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir”.

Camilo José Cela

sábado, 17 de marzo de 2012

Publican artículo de Albert Camus censurado en la II Guerra Mundial


"Un periodista libre, en 1939, no desespera y lucha por lo que considera verdadero como si su acción pudiera influir en los eventos", escribió Albert Camus en un artículo censurado y publicado por primera vez por el diario Le Monde.

El texto no vio la luz, como estaba previsto, en Le Soir Républicai" el 25 de noviembre de 1939, tres meses después del inicio de la II Guerra Mundial y cuando Camus, redactor jefe de aquel rotativo editado en su Argelia natal, no tenía más que 26 años.

Las autoridades francesas de Argelia decidieron censurarlo y el diario, como hacía siempre que cortaban alguno de sus textos, publicó un hueco en blanco en su lugar.

El artículo es un manifiesto de Camus a favor del periodismo libre en tiempos de guerra, una reacción contra la censura decretada en Francia por ley el 27 de agosto.

Fue encontrado en los Archivos de Ultramar de Aix-en-Provence, donde se recogen las actividades de los censores.

En el manifiesto, Camus reivindica lo que para él son "las condiciones y los medios a través de los cuales, en el seno mismo de la guerra y sus servidumbres, la libertad puede ser, no sólo preservada, sino manifestada".

Para lograrlo es necesaria "la lucidez, el rechazo, la ironía y la obstinación", escribe el joven autor, que para entonces ya había publicado L'Envers et l'Endroit (1937) y Noces (1939).

"La lucidez supone la resistencia a las consecuencias del odio y el culto a la fatalidad", indica el autor de "El extranjero", que invita a conocer "las causas" de la guerra y a no publicar "nada que pueda excitar el odio y provocar desesperanza".
"Un diario independiente da el origen de sus informaciones, ayuda al público a evaluarlas, repudia el relleno de cráneos, suprime las invenciones, palía con comentarios la uniformidad de las informaciones y sirve a la verdad en la medida humana de sus fuerzas", agrega para justificar el rechazo a la mentira.

Camus considera la ironía como "un arma sin precedentes contra los todopoderosos" porque "una verdad expresada en tono dogmático es censurada nueve de cada diez veces", mientras que "la misma verdad dicha humorísticamente, sólo lo es cinco de cada diez".

"Un periodista libre, en 1939, tiene que ser necesariamente irónico, aunque sea para defender su cuerpo. Pero la verdad y la libertad son amantes exigentes porque tienen pocos novios", asegura.

El escritor destaca también la importancia de la obstinación frente a todos los obstáculos que encuentra el periodista.

"La amenazas, las supresiones, las persecuciones, encuentran generalmente en Francia el efecto contrario al que se proponen", asegura el escritor, que considera que "por una paradoja curiosa pero evidente" la obstinación "se pone al servicio de la objetividad y la tolerancia".

Fueron muchos los artículos de Camus que no superaron la censura de una Francia en guerra, tanto en "Le Soir Républicain", prohibido en enero de 1940, como en otros diarios.

Pacifista convencido, Camus quiso enrolarse en el Ejército tras el inicio de la guerra, pero su tuberculosis se lo impidió, por lo que se dedicó al periodismo, primero en "Alger républicain" y más tarde en "Le Soir Républicain", que lanzó el 15 de septiembre de 1939 junto con Pascal Pia.